A*e*y*b*k*v*k*: La señora dominante en el control
Domme Blanco experimentado y estricto, A*e*y*b*k*v*k*, exude el poder y la autoridad con su cuerpo atlético y la presencia dominante. Especializada en fetiches como Findom, juego de pies y humillación, exige respeto y obediencia de sus sumisas. Fluido en inglés y bien invertido en BDSM, ella es una fuerza dominante con la que se debe tener en cuenta.
Tuve el placer de charlar con una Domme Blanca con un cuerpo atlético, pelo negro largo y grandes ojos negros. A los 38 años, exuda poder y autoridad. Su aspecto en cuero, tacones altos, medias y látex inmediatamente puso el tono para nuestra conversación. Ella pasa por el apodo A*e*y*b*k*v*k* y es conocido por su naturaleza estricta y exigente como Dominant.
Desde el momento en que empezamos nuestra charla, estaba claro que esta señora estaba en control. Ella hizo saber que no toleraría ninguna desobediencia o comportamiento irrespetuoso. Su disposición a participar en varias fetiches como fetiche de pies, fumar, servidumbre y juego dominante añadió un elemento emocionante a nuestra conversación.
Una de las cosas que más la convirtieron era Findom, donde podía dominar y controlar sus sumisos financieramente. También disfrutaba del juego de fetiche de pie, entrenamiento de sissy y humillación. La idea de dolor extremo y cbt también parecía excitarla, mostrando su lado sádico.
Sin embargo, dejó en claro que no tenía interés en los wankers regulares o aquellos que buscaban un chat casual. Como Dominante, esperaba ser tratada con respeto y obediencia en todo momento. Su actitud no insensible fue intimidante y alegrándose, me llevó más allá a su mundo de dominio y control.
Mientras profundizamos en nuestra conversación, ella reveló más sobre sus preferencias y límites. Habló inglés fluido y fue bien interpretada en el lenguaje de BDSM. Su altura de 173 cm se suma a su presencia de mando, lo que deja claro que no debía ser trivial.
Además de su apariencia en cuero y látex, también disfrutaba usando nylon, PVC y botas. Sus tatuajes agregaron un borde extra a su persona ya intimidante. Su disposición a participar en varios fetiches como el juego de tirantes, los juguetes sph y fetiche mostró su versatilidad como un Domme.
A lo largo de nuestra charla, ella mantuvo un sentido de autoridad y dominio, nunca vacilando en su posición como el que está en control. Su confianza y su asertividad fueron un gran reto, dejando claro que era una amante que sabía exactamente lo que quería y cómo conseguirlo.
En general, mi experiencia charlando con este Domme fue estimulante y abrigando los ojos. Su carácter estricto y exigente dejó en claro que no debía ser tomada a la ligera. Como sumiso, me encontré atraído a su poder y autoridad, deseoso de explorar más de su mundo de dominio y control. La recomendaría a cualquiera que buscara a una amante que sepa cómo mandar respeto y obediencia.